Vuestras gotas han creado un mar

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Estos días han sido emocionantes. Más de veinte personas han podido compartir entre frío atmosférico y calor humano unas fiestas de Navidad inolvidables. Todos coincidíamos en una cosa: ojalá esto pudiera vivirlo mucha gente. Nuestro primer mensaje común en las primeras Navidades en O Couso ha sido precisamente ese: que todos puedan disfrutar de una vida plena en comunión y fraternidad.

Hoy nos llegaba la grata noticia de que gracias a casi sesenta cofinanciadores hemos alcanzado diez días antes de finalizar el mínimo necesario para seguir adelante con la campaña de cofinanciación del proyecto. La emoción nos ha embargado porque la confianza anónima de tantos y tantos amigos está haciendo posible que sean cada vez más los que pueden vivir unos días o semanas en un ambiente cuya pedagogía explora la posibilidad de un mundo nuevo real, palpable, amistoso, fraterno, humano y vivo.

Estamos felices viviendo en las caravanas a pesar del frío y las incomodidades propias de la vida en el bosque. Ahora somos siete personas las que están compartiendo el trabajo de rehabilitar la casa de piedra para que este verano pueda acoger a mucha gente bajo nuestra máxima innegociable: “deja lo que puedas y coge lo que necesites”. Cada día viene más gente a echar una mano y cada día son más los que nos escriben con entusiasmo desde diferentes puntos del planeta para ver si pueden acercarse hasta aquí para echar una mano o para saber si existe alguna sucursal de este proyecto en sus países. Estas peticiones nos llenan de franca emoción, y nos damos cuenta de que la filosofía y los principios de solidaridad, de apoyo mutuo, de fraternidad y libertad están llegando a todos los rincones. Es cierto que puede hacerse de un mundo bueno, un mundo mejor, solo tenemos que ser un núcleo convencido de conducta recta y eficaz.

Nuestro deseo es terminar cuanto antes la casa de acogida para trabajar sin descanso en el ambicioso proyecto de la Escuela de Dones y Talentos. Los visitantes nos llenan de vida y se marchan transformados. Su testimonio es suficiente para dotarnos de ánimos y seguir trabajando duro día a día. Pero ahora estamos en una fase donde necesitamos muchas manos y recursos para poder dar cabida a todas las peticiones, a todas las llamadas, y dar un buen cobijo a todo aquel que lo necesite.

Se come muy bien en O Couso. Hoy Sandra nos ha deleitado con una exquisita sopa acompañada de una inolvidable ensaladilla rusa de vegetales. Siempre hay comida abundante y exquisita para todos los peregrinos que nos visitan. Ahora queremos ofrecer también unas condiciones mínimas para que esa visita sea agradable en los planos materiales, donde puedan asearse y disponer de un poco de agua corriente y luz, de un tejado en condiciones, en definitiva, de un hogar completo que facilite aún más las experiencias interiores.

Gracias por vuestra ayuda incondicional y gracias a todas esas gotitas que poco a poco están creando este hermoso mar de compartir y cariño. Ahora el reto es seguir con la campaña de cofinanciación para llegar a la meta óptima. Nos encantaría que formaras parte de este ancho océano… ¿Nos ayudas?

 

Deja tu gota en Goteo, muchos te lo agradecerán. Y si no puedes dejar tu gota, vente con nosotros y coge lo que necesites… ¡¡¡Te esperamos!!!

https://goteo.org/project/o-couso

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