Queremos compartir, con el permiso previo, este hermoso testimonio que hemos recibido estos días. A cada instante recibimos este tipo de guiños, y es hermoso compartirlos como muestra de todo lo que en este hermoso rincón del planeta se mueve. Gracias de corazón por vuestras palabras de aliento, por vuestra sensibilidad y cariño. Gracias de corazón por estar ahí de forma humilde y sencilla. Gracias, gracias, gracias.
Queridos amigos de O Couso:
Antes de nada quisiera pediros disculpas por mi tardanza en escribiros. Tenía intención de hacerlo en el mes de abril pero tuve que preparar un viaje de trabajo y justo a la vuelta falleció un familiar por lo que todo se nos ha complicado un poco…
Como os comenté en Semana Santa, me gustaría pasar el mes de julio de voluntariado en O Couso con los niños. Mi marido no podrá venir porque trabaja, pero podría subir los fines de semana. También podríamos ir los 21 días como paso siguiente para entrar en la comunidad, sin embargo, hoy por hoy nos parece muy complicado comprometernos en este sentido, dada nuestra situación.
Si os escribo para hacer este voluntariado es porque me siento cada vez más vinculada a ese lugar, lo echo de menos cuando nos vamos, pienso en vosotros casi todos los días y estoy inmensamente agradecida a este proyecto. Desde el verano pasado, cuando estuvimos con vosotros por primera vez apenas tres días, algo ha cambiado profundamente en mí. De alguna manera es el lugar que siempre había imaginado, convencida de que solo existía en mi imaginación, pero segura de que solo un sitio así podría salvarnos a los hombres de nuestras miserias cotidianas. Saber que existe, que es real, que es posible, me da alas para vivir mi día a día desde otra perspectiva, desde nuevos valores. Y cuando las fuerzas se agotan agradezco enormemente poder volver allí a renovarme por dentro. Sé que la aportación que nosotros podemos hacer al proyecto es tan solo una gota, teniendo en cuenta todo lo que se necesita y está todavía por hacer; pero aportar esa gota nos hace sentir que participamos en un proyecto maravilloso, en un proyecto que merece la pena y que da un valor añadido a nuestras vidas.
Además, como sabéis, los niños disfrutan enormemente del clima de respeto, tolerancia y cooperación que se respira en O Couso. Para ellos es la mejor lección de vida, a una edad tan temprana que les dejará huella para siempre. Creo que ofrecerles la posibilidad de que conozcan otras formas de relacionarse con los demás y con la naturaleza es lo mejor que como madre puedo hacer por ellos.
Sabemos que cada vez acude más gente a O Couso, y que el alojamiento puede ser un problema sobre todo en verano, por lo que iríamos con una tienda de campaña para que todo sea más fácil.
Esperamos vuestra respuesta, pero queremos que sepáis que si no es posible lo entendemos perfectamente y ya os visitaríamos en otra ocasión :)))
Un abrazo muy, muy fuerte para todos.
(Foto: otro testimonio gráfico del hermoso grupo que nos visitó la semana pasada).