Piedra sobre piedra. Tablas que caen, rostros húmedos, barro anclado entre las paredes. Cientos de años sosteniendo vidas, siglos soportando la lluvia cayendo, también el granizo y la nieve y los vientos. Proteger una «casa grande» del siglo XVI con su ermita y sus bosques es toda una responsabilidad. Sobre todo cuando ves como por afán del tiempo y la dejadez las paredes caen y todo se derrumba.
Por eso este mes hemos decidido aventurarnos e intentar recuperar las paredes más degradadas. Una a una, restituyendo cada pieza de pizarra que los años ha transformado en piedra viva. Mirando de no entorpecer el hecho de que esas paredes deberán albergar más vidas, más promesas, más esperanza. Deberán proteger a todos aquellos que en círculo deseen cumplir con la promesa de un mundo mejor. Es como un canto, como un mantra que nos repetimos. Es posible, claro que es posible. ¿Cómo podríamos hacerlo de otra manera? ¿De qué forma podríamos llegar a la excelencia si no es empezando por alguna piedra? ¿Cómo podríamos transformar el mundo si no lo hacemos intentando construir algo nuevo, fuerte, sostenible? Siempre desde la humildad. Siempre desde un primer paso.
Desde la nada surgen las respuestas. Contemplamos el valle verde, sus montañas, pero nos ponemos el traje de faena y alcanzamos la plenitud del trabajo, ya no como instrumento de tortura, sino como un don, como una talento que nace del arraigamiento de la tierra, del sostén de la vida, de la plenitud y expansión de cada mota de ser.
También conocemos de nuestras limitaciones, de nuestro poder reducido, instruido en la paciencia y la humildad de sabernos apoyados por todos los que pretenden reconstruir los valores y la moral de nuestro tiempo. No todos pueden venir a la montaña, pero sí todos, de alguna forma, pueden apoyar con un gesto.
Por eso siguen las obras de restauración de la Casa de Acogida. Parece un milagro. Pero en un futuro será un milagro compartido, para todos. Incluso cuando nosotros no estemos, otras generaciones podrán disfrutar de nuestro grano de cariño, de este hermoso halo de misterio.
Como algunos nos preguntan como pueden ayudar, relatamos lo que nos está costando la nueva obra por si queréis colaborar de alguna forma:
– Rehabilitación de las paredes: 7.400 €
– Rehabilitación de parte del tejado: 4.800 €
– Rehabilitación de suelos del futuro lavabo y cocina: 2.600 €
De momento, esto es lo que tenemos en mente y en el corazón para seguir con la casa. Cualquier aportación será bienvenida, aunque sea un euro con nuestro programa de Teaming:
a) Haciendo una aportación directa en la siguiente cuenta:
TRIODOS BANK (BANCA ÉTICA): ES54 1491 0001 2121 2237 2325
b) Mediante una donación directamente aquí:
c) Mediante una aportación mensual:
Opciones mensuales |
Aportacion 30€ : €30,00 EUR – mensualmente Aportacion 50€ : €50,00 EUR – mensualmente Aportacion 100€ : €100,00 EUR – mensualmente Aportacion 200€ : €200,00 EUR – mensualmente |
d) Aportando un euro al mes en nuestra cuenta de Teaming:
https://www.teaming.net/proyectoocouso
Pronto la casa de Acogida estará terminada y el próximo reto será la Escuela de Dones y Talentos. Pronto el talento y el don podrán manifestarse de forma libre y gratuita para que esos ángeles que todos los días se encarnan tengan la oportunidad de explorar y potenciar sus habilidades, su potencial, su belleza plena. Pronto, muy pronto, habremos sembrado una gran semilla de paz en el mundo.