Debemos advertir que la casa de acogida está en pleno caos hasta que podamos reorganizarla de nuevo. Eso no impide que este año queramos contar con tu presencia y podamos, entre el frío y la humedad que aún permanece entre nosotros, celebrar estas fechas señaladas juntos. Hay amigos que ya nos han pedido que guardemos algún lugar caliente para pasar estas fechas señaladas entre nosotros. Nos sentimos halagados y haremos todo lo posible para que estos días sean especiales y emotivos.
Todos somos conscientes de que vivimos una relación de interdependencia no solo con la Naturaleza, sino también con las fuerzas cósmicas que provienen del infinito que nos rodea. Los solsticios y equinoccios nos ponen en contacto, a modo de recordatorio, con nuestra inevitable vinculación con lo invisible, y nos ayuda a colocar en nuestras vidas unos arquetipos que nos orienten en el caminar existencial.
En estas fechas especiales, queremos dar gracias a la simbología que la luz representa en nuestras vidas, y de como en el solsticio de invierno, esta magia simbólica puede marcar nuestro recorrido. Para ello, haremos pequeños rituales que nos aproximen, mediante la intuición grupal y el compartir, al entendimiento de estos procesos naturales y cósmicos, los cuales pretenderán aumenta la luz -simbólica y real- por encima de la oscuridad. Nos convertiremos grupalmente en tejedores de luz, en tejedores en la luz.
El solsticio de invierno representa la muerte y el renacimiento del sol, el Sol Invictus, como símbolo de la luz que vence a la oscuridad y se vuelve eterna. A esta festividad el cristianismo la llamó Natividad o Navidad, siendo el Cristo, símbolo del Sol, naciendo en la oscuridad de un portal o cueva en Belén, el principal redentor y representante de la inmortalidad de la luz y la vida. El inicio del invierno y la caída de la fuerza vital en toda la naturaleza tiene un mensaje de renacimiento del Sol, ya que, si el día solsticial es el más oscuro del año, a partir de ese momento, en las siguientes jornadas, el día empezará a ganar luz para llevar a la naturaleza al deleite de su fuerza y vigor. ¡Luz, más luz! ¡Hágase la luz!
La luz es la representante de la vida, ese mundo etérico que anima nuestra existencia y permite que nuestras emociones y pensamientos, nuestra consciencia y nuestra alma puedan acumular experiencia. De ahí que tener consciencia de ello, y celebrarlo, tiene su propio y profundo significado.
Si estás cansado de lo epidérmico de estas fechas y deseas compartir en un lugar mágico y especial la experiencia del renacimiento de la luz, te invitamos a que te conviertas en estos días en un tejedor de luz. Compartiremos momentos especiales, invocaremos a las fuerzas de la naturaleza e invitaremos a que la luz renazca en las cuevas de nuestros corazones. Quizás pasemos algo de frío, pero el calor humano será suficiente para iluminar unos momentos inolvidables.
Eres bienvenido tejedor, el hilo de Ariadna nos espera.
Si deseas venir, por favor, escríbenos a info@dharana.org para que podamos organizar bien la acogida. Recuerda nuestro lema y principio: «deja lo que puedas y coge lo que necesites».
GRACIAS POR TU APOYO. GRACIAS POR HACERLO POSIBLE