«Sé suave. No dejes que el mundo te endurezca. No dejes que el dolor te haga odiar. No dejes que la amargura te robe la dulzura. Aunque el resto del mundo pueda estar en desacuerdo, sostén con orgullo tu creencia de que la tierra es un lugar hermoso». ~Iain S. Thomas
Este receso está sirviendo. Es útil. Estamos descansando, estamos renovando energías, propósitos, cambiando cosas de sitio, creencias de sitio, modos inútiles de sitio. Hemos aguantado estoicamente estos años como si de una pequeña resistencia se tratara, en la montaña madre, en la naturaleza salvaje y dura, en las alturas inhóspitas y áridas para el que no tuviera un poco de fortaleza interior. Hemos resistido porque deseábamos construir algo nuevo, un nuevo paradigma. Pero ese algo nuevo se volvió viejo, inútil, inservible, y toca renovarse, cambiar el modelo, el paradigma, como diría Thomas Kuhn en su reconocido libro La estructura de las revoluciones científicas.
Cambiar el paradigma de lo que ya fue revolucionario en su día va a ser complejo. No queremos bajar el listón, sino aumentarlo, profundizar en él para que las estructuras internas sigan modificándose. Construir algo nuevo de lo nuevo, provocando que el sueño del despertar siga adelante, cueste lo que cueste. Los viejos patrones cristalizados de un pensamiento caduco y añejo ya no sirven. Tampoco sirve lo excesivamente revolucionario para los tiempos que corren. Los altos ideales deben encontrar un remedio casero para poder plasmarse con cierta coherencia en el mundo en el que vivimos.
Un nuevo paradigma puede provocar que la revolución o lo revolucionario se vuelva invisible o incluso inservible. De alguna manera, eso nos ha pasado. Lo novedoso, lo milagroso, lo increíble del proyecto al que dedicamos tanto tiempo y recursos, se volvió invisible. Lo importante ya no era lo milagroso ni lo novedosos ni lo increíble de todo lo que hicimos, sino que al final, la conclusión final, es que no había aguacates en el desayuno o arroz integral en la comida. A eso se redujo la constante revolucionaria, el sacrificio, la inmolación que algunos sufrimos por querer participar de en ese cambio de paradigma.
Thomas Kuhn pensaba que la ciencia no puede evolucionar gradualmente hacia la verdad, sino que, de manera a veces dramática, se ve obligada cada cierto tiempo a cambiar cuando un modelo dominante se vuelve incompatible con los nuevos fenómenos. De alguna manera a nosotros nos ha pasado lo mismo. Ya no podemos avanzar porque de alguna manera el pensamiento simiente se ha cristalizado y se ha perdido, en la vorágine de la normalidad diaria, el sentido profundo del mismo. No hay aguacates en el desayuno es el síntoma inequívoco de que la idea ha muerto, y que, por lo tanto, se tiene que hacer algo para resucitarla, para revivirla en ese instante dramático y liminal que toda muerte y resurrección requieren.
El milagro, lo inédito del proyecto, se ha vuelto disfuncional. Requiere una profunda revisión para que siga siendo útil. Requiere una muerte, un receso inevitablemente que provoque una renovación, una profundización en su esencia, un renovado enfoque pragmático y efectivo. La idea romántica creó su ciclo mágico. Ahora toca profundizar en la fortaleza de toda supervivencia. Cada aspecto del maravilloso diseño que inspiró a tanta gente debe ser profundamente revisado, ampliado y mejorado.
Como decía Arthur Miller, Einstein demostró que no hay un tiempo verdadero. El tiempo es un valor relativo que depende de los movimientos relativos del observador. En esa tesitura, se abre un nuevo tiempo, un nuevo y marcado propósito donde los observadores deberán diseñar una nueva realidad. Por eso entendemos que la resistencia no es solo aguantar, sino construir algo nuevo. Crisis – tensión – surgimiento. Es el proceso alquímico de transmutación, transformación y transfiguración. En esas andamos.
Fantástico!!!!!!!!!! Resiliencia y Voluntad. Gracias.
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Ser consciente de eso ya es un gran logro. Ánimo!
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«No hay aguacates para el desayuno» lo dice todo, una respuesta a eso es el ayuno, y vaya si lo estan haciendo. Ustedes saben bien que la magia está detrás de un árbol o debajo de una piedra, y que tenemos que estar «vacíos» para encontrarla. Los abrazó con el corazón.
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«Para que las estructuras internas sigan modificándose»……Ahí está el secreto de toda meditación, por dentro o en el quehacer exterior. Me parece admirable vuestra labor. Es inspirador leer vuestros comentarios. Ojala que los vientos de lo impredecible, no tumben al Ser que lleváis.
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Confío plenamente en vuestro proceso de re-evolución y re-invención. Hace tiempo que deseo conoceros, aunque de momento no ha podido ser. Tal vez, en esta nueva etapa que transitáis, la vida se confabule para hacer realidad mi deseo.
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Que hermosos recuerdos me evoca esa foto. Días dorados de trabajo, aprendizaje, silencios y risas. Maravillosos encuentros y algunos desencuentros. Toda una experiencia de vida que atesoro en mi corazón. Hace más o menos un año y medio que ando en lo mismo: Lo que sirvió, ya no sirve, lo que revolucionó se quedó obsoleto, las grandes verdades que guiaron… suenan a mentiras. Así que me replegué, cerré la puerta y espere en soledad y silencio. Hubo dolor y lágrimas. Ahora, una nueva idea un nuevo equipo de seres humanos me hacen asomar la nariz y poner oídos a ver qué es eso que me trae el viento. Parte de ese nuevo equipo, opera en Sarria. Casi seguro que voy a ir a verles el próximo mes. Y si es posible me gustaría subir a darte un abrazo. Ya veremos. Feliz renovación. Un abrazo hermano: Carmen
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